Sociedad Interamericana de Prensa

Lineamientos sobre responsabilidad de la prensa.

La Asamblea General aprueba en Madrid las Aspiraciones de la SIP

Madrid, 6 de octubre del 2008

En una sesión de su Asamblea General, los socios de la SIP aprobaron las Aspiraciones de la SIP, un texto desarrollado por la organización en los últimos cinco años para satisfacer la necesidad de una definición acerca del modo en que la prensa debe asumir sus responsabilidades en una sociedad democrática. Las Aspiraciones de la SIP y las normas que establece para los medios complementan la Declaración de Chapultepec, documento seminal de la organización que definió en 1994, mediante 10 principios, las normas de la libertad de prensa y expresión.

Representantes de los medios de comunicación, universidades, gobiernos y organizaciones no gubernamentales se reunieron en San José, Costa Rica, en el 2006 para la Conferencia hemisférica sobre valores periodísticos en el siglo XXI, en la que los participantes abordaron las cuestiones que resultan centrales para informar de manera justa e imparcial: la definición del papel de la prensa, la independencia de los medios, la justicia e imparcialidad, la exactitud y la protección de las fuentes.

Un informe de relatoría sobre los debates de mesa redonda, «Conversaciones sobre los valores del periodismo para el siglo XXI», fue publicado en el 2007 y distribuido a las salas de Redacción y escuelas del periodismo de las Américas. La SIP tiene lista una campaña para presentar este nuevo documento el próximo año.

Jack Fuller, Tribune Publishing Co., presidió la comisión que trabajó en el proyecto desde el 2003. Otros integrantes fueron Alejo Miró Quesada, El Comercio, Lima, Perú; Armando González, La Nación, San José, Costa Rica; Bartolomé Mitre, La Nación, Buenos Aires, Argentina; Danilo Arbilla, Búsqueda, Montevideo, Uruguay; Diana Daniels, The Washington Post Company, Washington D.C.; Earl Maucker, Sun-Sentinel, Fort Lauderdale, Florida; Edward Seaton, The Manhattan Mercury, Manhattan, Kansas; Gonzalo Marroquín, La Prensa, Ciudad Guatemala, Guatemala; Jayme Sirotsky, RBS, Rede Brasil Sul, Porto Alegre, Brasil; Rafael Molina, El Día, Santo Domingo, República Dominicana; y Raúl Kraiselburd, El Día, La Plata, Argentina.

El texto de las Aspiraciones de la SIP es el siguiente:

ASPIRACIONES DE LA SIP

La SIP asume como principios para la defensa de la libertad de prensa y de expresión los establecidos en la Declaración de Chapultepec. A esto suma una carta de aspiraciones que puedan servir como guía para la práctica periodística, reconociendo el derecho de cada medio de comunicación a establecer su propia normativa ética.

Declaración de Chapultepec

  1. No hay personas ni sociedades libres sin libertad de expresión y de prensa. El ejercicio de ésta no es una concesión de las autoridades; es un derecho inalienable del pueblo.
  2. Toda persona tiene el derecho a buscar y recibir información, expresar opiniones y divulgarlas libremente. Nadie puede restringir o negar estos derechos.
  3. Las autoridades deben estar legalmente obligadas a poner a disposición de los ciudadanos, en forma oportuna y equitativa, la información generada por el sector público. No podrá obligarse a ningún periodista a revelar sus fuentes de información.
  4. El asesinato, el terrorismo, el secuestro, las presiones, la intimidación, la prisión injusta de los periodistas, la destrucción material de los medios de comunicación, la violencia de cualquier tipo y la impunidad de los agresores, coartan severamente la libertad de expresión y de prensa. Estos actos deben ser investigados con prontitud y sancionados con severidad.
  5. La censura previa, las restricciones a la circulación de los medios o a la divulgación de sus mensajes, la imposición arbitraria de información, la creación de obstáculos al libre flujo informativo y las limitaciones al libre ejercicio y movilización de los periodistas, se oponen directamente a la libertad de prensa.
  6. Los medios de comunicación y los periodistas no deben ser objeto de discriminaciones o favores en razón de lo que escriban o digan.
  7. Las políticas arancelarias y cambiarias, las licencias para la importación de papel o equipo periodístico, el otorgamiento de frecuencias de radio y televisión y la concesión o supresión de publicidad estatal, no deben aplicarse para premiar o castigar a medios o periodistas.
  8. El carácter colegiado de periodistas, su incorporación a asociaciones profesionales o gremiales y la afiliación de los medios de comunicación a cámaras empresariales, deben ser estrictamente voluntarios.
  9. La credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad y equidad, y a la clara diferenciación entre los mensajes periodísticos y los comerciales. El logro de estos fines y la observancia de los valores éticos y profesionales no deben ser impuestos. Son responsabilidad exclusiva de periodistas y medios. En una sociedad libre la opinión pública premia o castiga.
  10. Ningún medio de comunicación o periodista debe ser sancionado por difundir la verdad o formular críticas o denuncias contra el poder público.

Carta de Aspiraciones

Es tarea del periodismo buscar y difundir informaciones, ideas y opiniones en uso de la libertad de expresión. Con ello contribuye a que cada ciudadano ejerza en plenitud esa libertad y su derecho a la información, imprescindible para la toma de decisiones: desde las que atañen al ejercicio de su soberanía ciudadana hasta las que le permitan alcanzar una vida plena acorde con sus deseos y legítimas ambiciones.

Para cumplir con su objetivo a plenitud, la prensa debe contar con todas las garantías para recoger y divulgar las noticias libremente. Un Poder Judicial independiente que asegure el respeto a los derechos inherentes a la persona humana y garantice la vigencia de las instituciones democráticas es esencial a esos efectos. En consecuencia, es propio de la prensa promover los valores de la democracia y defender la libertad de expresión, afirmando el derecho de cada uno a expresarse en libertad sin temor a represalias de ningún tipo, cualquiera sea su origen.

La efectividad de la tarea periodística estará determinada por el nivel de confianza y respaldo de los lectores, que constituyen el máximo tribunal. Ganar esa credibilidad es un compromiso para la prensa y la obliga al mayor nivel de transparencia, independencia y honestidad. Todo ello debe primar al momento de decidir qué informar y la prensa debe ser rigurosa en los estándares de verificación a utilizar. Nunca debe publicar algo que sabe que es inexacto, de la misma manera que no puede caer en la deshonestidad de difundir una información como propia y original, cuando se trata del trabajo ajeno.

La prensa debe reconocer en tiempo y forma sus errores en la descripción de hechos y debe estar dispuesta a publicar información y análisis críticos acerca del periodismo. Las opiniones que expresen discrepancias con los puntos de vista de un periodista o de una empresa editorial y también los hechos que pueden dañar sus propios intereses deben difundirse, siempre que se ajusten a los mismos criterios aplicados a otras noticias: interés público y exactitud.

Los editores deben brindar a las personas e instituciones implicadas en las noticias la oportunidad de manifestar su versión de los hechos, en aras de acercarse lo más posible a la verdad y garantizar la pluralidad y diversidad. Un mismo acontecimiento puede considerarse o interpretarse de diversas maneras. La prensa sirve al público más y mejor al presentar una rica variedad de puntos de vista y recurrir siempre al mayor número de fuentes informativas, incluso hasta aquellas que se pretenda ignorar u ocultar.

Es indispensable, para que el público tome conciencia de ello, diferenciar claramente lo que es publicidad, lo que es información y lo que es opinión. La prensa y los periodistas deben evitar conflictos de interés ya sean políticos, financieros o de otra naturaleza. Deben cuidar incluso los casos en que el conflicto sea tan solo aparente y, cuando el conflicto exista y sea inevitable, deben hacerlo público e impedir que afecte los criterios periodísticos.

Consultar el mayor número de fuentes e identificarlas en las informaciones contribuye a la transparencia y enriquece la credibilidad de la prensa. Excepcionalmente, hay noticias que requieren el anonimato de las fuentes, aunque este instrumento jamás debe manejarse con ligereza. Habrá de recurrirse al anonimato para proteger las fuentes de represalias o evitar limitaciones a la información, cuando ésta no pueda obtenerse de otra forma.

La prensa, dada la tarea que desempeña, no puede renunciar a la difusión de asuntos que hacen al interés público y al bien común, pero debe cuidarse de no lesionar innecesariamente a personas e instituciones, asegurando siempre el supremo derecho de los ciudadanos a recibir información.

Fuente: www.declaraciondechapultepec.org