Queja
Lima, 25 de octubre del 2004
Doctor
Marcial Rubio Correa
Presidente del Tribunal de Ética Consejo de la Prensa Peruana
Presente.-
Señor Presidente:
En su edición 1844, Caretas me hace un ataque personal, con afirmaciones falsas que nadie verificó o que, en el peor caso, fueron inventadas. Me parece pertinente presentar una queja porque se me acusó de desinformar en perjuicio del Tribunal de Ética, y en el contexto de una discusión sobre las responsabilidades del periodismo. Si se trata de promover la ética, haremos bien en exigir una mínima coherencia a quienes lanzan cargos en su nombre.
ANTECEDENTES
El problema se origina en un reporte del IPYS, que usualmente envía informes sobre situaciones que pueden afectar la labor periodística a una red de redes, el International Freedom of Expression Exchange, IFEX. Estas notas, conocidas comúnmente como alertas, en unos casos piden acciones urgentes (generalmente cartas que expresan preocupación), y también difunden denuncias de periodistas respecto de situaciones que real o potencialmente los amenazan, sin pedir acciones. Éste fue el caso de la nota que la sección de alertas del IPYS preparó el 8 de octubre, con opiniones de Cecilia Valenzuela y Alfonso de los Heros sobre los fallos del Tribunal de Ética. No era inveraz —glosó declaraciones—, pero debió explicar la naturaleza del diferendo, precisando que no afecta la libertad de prensa.
La alerta fue divulgada por el IFEX el 12 de octubre, y el mismo día la directora del Consejo de la Prensa Peruana, Kela León, la objetó ante el IFEX, arguyendo que le faltaba información de contexto. La alerta fue «levantada» con la autorización del IPYS. Cuando tomé conocimiento del error, escribí una carta al Presidente del Consejo de la Prensa presentando excusas, y me atribuí la responsabilidad, por falta de supervisión. Esto ocurrió antes de la publicación de Caretas que suscita esta queja.
LO QUE DICE CARETAS
No objeto los juicios sobre la alerta del IPYS. Naturalmente, no comparto la afirmación de Caretas de que fue escrita para desinformar. Pero las opiniones pueden circular libremente, y no son causa de esta queja. Mi reclamo se basa en la falsedad de las imputaciones que la revista me hizo. Ninguna situación que es susceptible de crítica autoriza a un medio a lanzar imputaciones infamantes, y sin sustento.
Caretas afirma que aprobé la nota el 12 de octubre, que la oculté al directorio del IPYS (ese día se reunió), varios de cuyos miembros «estaban indignados»; que el IFEX la retiró de circulación «al percatarse de la sucesión de mentiras fácilmente comprobables que contenía«, y que dos de mis hijos trabajan en La Ventana Indiscreta. Esto último demostraría, supongo, por qué yo ataco al tribunal.
Todas las afirmaciones son falsas. No aprobé la nota, no fue redactada el 12. IFEX no hizo juicio de valor sobre la misma ni la retiró de circulación sin consultamos, no oculté información al directorio del IPYS, y no le debo favores a La Ventana Indiscreta. Además, Caretas no buscó (y hasta evitó) mi versión, inventó la posición de IFEX, y distorsionó la nota del IPYS para atacarme con mayor «fundamento».
CARETAS NO VERIFICÓ LA INFORMACIÓN
Acto seguido Caretas me acusa de haber aprobado la alerta el 12 de octubre. Naturalmente, como director del IPYS soy responsable de todo lo que éste haga o deje de hacer, pero de un modo institucional. Si en Caretas alguien inventara una declaración —lo que ha ocurrido— 110 quiere decir que su director concibió el dolo, incluso cuando hubiera aprobado el texto. Si por ese motivo yo lo acusara directamente a él de falsificador, dando detalles del fraude, tendría que estar apoyado en una fuente confiable, y no debe bastarme el hecho de que sea
director. Esto es mucho más claro en el caso de la nota objeto de mi queja, pues en ésta se afirma que yo habría sorprendido a la institución (oculté la información al directorio). El IPYS no aparece responsabilizado, sino yo. El punto es que Caretas no se basó en ninguna fuente y tampoco verificó conmigo la información.
No es cierto que aprobé la nota. No fue elaborada el 12 de octubre. Fue escrita y enviada el 8, cuando otra persona estaba a cargo de la oficina. Puedo demostrarlo al tribunal, y esta versión pudo ser fácilmente corroborada por cualquier periodista que me hubiera consultado, al que le habría dado evidencias. Aún en el caso de que éstas no lo convencieran, la revista debió haber incluido mi versión, y no lo hizo. Toda persona que va a ser imputada —e incluyo a los delincuentes— merece la oportunidad de hacer un descargo. Yo añadiría que mucho más en un texto admonitorio sobre ética periodística.
Peor aún, la revista no quiso mi versión, y el siguiente hecho lo demuestra: cuando supe, por terceros, que el director de la revista criticaba la nota del IPYS en un estado de exaltación, lo llamé a su oficina la noche del 12 de octubre. Es testigo el Presidente del IPYS, Santiago Pedraglio, y mostraré el registro de la llamada a Caretas desde mi teléfono celular. Enrique Zileri estaba presente, y no quiso aceptar la comunicación. Dejé el encargo de que me llamara y no lo hizo.
FALSEAMIENTO DE LA POSICIÓN DE IFEX
Otro aspecto incontrovertible es el falseamiento de la posición de la red de libertad de prensa IFEX. No es cierto que el IFEX retiró la nota de circulación por sus «mentiras». IFEX consultó con el IPYS, que autorizó su retiro ante observaciones de la directora del Consejo de la Prensa Peruana. IFEX no hizo juicios sobre la nota, y lo demuestro con las cartas adjuntas. La respuesta del IFEX es concluyente.
NO HUBO OCULTACIÓN AL DIRECTORIO
No es cierto que el texto fue ocultado al directorio del IPYS. El directorio no aprueba estos documentos. Es falso que alguno de sus miembros estuvo indignado. Esta carta es enviada al tribunal con conocimiento de ellos.
ES FALSA MI RELACIÓN CON LA VENTANA INDISCRETA
Caretas dice que dos de mis hijos trabajan en La Ventana Indiscreta, que dirige Cecilia Valenzuela. En realidad mi hijo Ricardo practica allí. Mi hija Claudia estudió entre 1999 y el 2003 en los Estados Unidos y actualmente trabaja en Telemundo, en Washington. Mi segunda hija, Bruna, es escolar. No me cabe decir más ante un argumento de ese nivel.
Dicho lo anterior, no desearía concluir esta carta sin decir que considero valioso el trabajo del tribunal como órgano de autorregulación en el CPP, y que tengo alta estima por sus integrantes. Esto no lo afirmo para hacer un cumplido, sino para ir a una cuestión de fondo. Pues se supone que lo que me atribuye Caretas sólo tiene sentido si yo estuviera en campaña contra el tribunal. Tan no es así que recurro a su criterio para quejarme de im periodista que se excedió al defenderlo, y en la confianza de que su intervención contribuirá a darle mayor nivel a un debate tan mal llevado por las rencillas personales.
Atentamente
Ricardo Uceda
DNI 07859980
Respuesta del medio
Lima, Noviembre 2, 2004
Doctor
Maricial Rubio Correa
Presidente del Tribunal de Etica Consejo de la Prensa Peruana
Ciudad
Señor Presidente:
Antes de denunciar a CARETAS ante el Tribunal de Ética, Ricardo Uceda me escribió una carta en términos similares. Yo pensé en responderle así:
Ricardo,
¿Primero el cabezazo y después la explicación? ¿Primero el escupitajo y después el pañuelo para que te limpies? ¿Primero la sorpresiva agresión de la organización que dirige un colega con el cual solo hemos tenido gestos amables, y después el yo-no-fui? Ya estoy demasiado grande y jurásico para contemporizar con semejantes procedimientos.
Enrique
No envié esa carta para no atizar aún más la discordia, pero resume mis sentimientos ante la situación creada por la «alerta» remitida por IPYS a IFEX.
Esa comunicación es de grueso calibre y circuló entre centenares de medios y organizaciones afines en todo el mundo cargos que, no por absurdos, dejan de ser muy agraviantes y difamatorios.
El hecho que IPYS también le pidiera a un miembro del Tribunal que refute semejantes infundios no compensa la agresión sufrida. Es como dar suficiente crédito a una versión injuriosa como para hacerla pública (una acusación de robo, por ejemplo) y luego pedirle al presunto ladrón que se defienda.
Para CARETAS la noticia se centraba en la «alerta» y sus extravagantes acusaciones, y no en las explicaciones que con elocuencia diera el Dr. Alfonso de los Heros. Nuestros lectores ya están familiarizados con esa correcta posición. El periodista tiene derecho a destacar lo mas novedoso: el texto que originó la «alerta».
Por otro lado, se presume que una organización como IPYS no lanza «alertas» internacionales basadas en chismes o ataques de histeria, y que tanto su Director Ejecutivo como su directorio están al tanto de un pronunciamiento de semejante naturaleza contra una organización afín como el Consejo de la Prensa Peruana.
Yo conversé a medio día del 12 de octubre con dos miembros del directorio de IPYS y ellos no estaban informados de la «alerta» divulgada ese mañana a través de internet. Expresaron, como es de suponer, su molestia ante un procedimiento que utilizaba a la organización que pertenecen en el contexto de una rencilla personal. No estoy en libertad de dar sus nombres y crearles a ellos también un conflicto.
Que la «alerta» está llena de mentiras es evidente y fácilmente demostrable. Por eso tanto IFEX como IPYS la retiraron el mismo día que fue emitida. Organizaciones como IFEX se perjudican seriamente si comienzan a circular falsas alarmas insultantes.
Ricardo Uceda insiste en su denuncia ante el Tribunal que la «alerta» de IPYS «no era inveraz» (sic). Esto contradice lo que a continuación señala como sus carencias: «debió explicar la naturaleza del diferendo, precisando que no afecta la libertad de prensa».
¿Cómo hacer semejante aclaración si uno de los directores de IPYS, Cecilia Valenzuela, acusa al CPP de constituir un «club de propietarios» que estaría «manipulando» a medios de comunicación en nombre del gobierno y que «elige a dedo» (al Tribunal de Etica) «para que juzgue y persiga a los periodistas».
Nosotros insistimos que la «alerta» fue circulada con el deliberado propósito de desinformar al periodismo internacional. Si Uceda no tuvo participación en este asunto, como Director Ejecutivo debiera pedir la renuncia al directorio de IPYS de la persona que divulgó esos infundios utilizando el nombre del instituto.
Esto, por cierto, resultará difícil dados los lazos de amistad y laborales existentes. La alusión que hizo CARETAS sobre este tema es pertinente, dadas las circunstancias.
Uceda dice que ha sufrido un «ataque personal». Nosotros también nos hemos sentido personalmente agredidos cuando se nos ha acúsado de formar parte de un aparato que reprime la libertad de expresión.
Atentamente
Enrique Zileri Gibson
Director de Caretas
PD.: Adjunto la «alerta» en castellano e inglés dirigida por IPYS a IFEX.
Resolución
TRIBUNAL DE ÉTICA
CONSEJO DE LA PRENSA PERUANA
RESOLUCIÓN No. 54-TE/2004
Lima, 22 de diciembre de 2004.
EL TRIBUNAL DE ÉTICA:
Vista la queja interpuesta el 25 de octubre del 2004 por el Señor Ricardo Uceda contra la revista Caretas (caso 74-04), a propósito de su comentario «Operación Desinformación» publicado en la edición No. 1884 del 14 de octubre del 2004;
CONSIDERANDO:
Que el asunto de fondo, materia de la queja que aquí se discute, es la publicación de una nota de Caretas que comenta una noticia hecha circular por IPYS en relación a la actuación de este Tribunal, en una denominada «Alerta de difusión internacional relacionado con los problemas que la libertad de prensa sufre en el mundo;
Que las resoluciones de este Tribunal, dotadas sólo de efecto moral, lograrán legitimidad siempre que sean emitidas con total independencia de criterio, objetiva y subjetiva, razón por la que el Tribunal decide aplicar a este caso el principio ético general, según el cual, ninguna persona u organismo debe pretender dar una solución imparcial en un asunto en el que se halle involucrado voluntaria o involuntariamente directa o indirectamente, tal como ocurre en el presente caso;
Que como el Tribunal está involucrado, considera que debe inhibirse de resolver sobre esta queja;
RESUELVE:
Inhibirse de dictar resolución en el presente caso y archivarlo de manera definitiva.
Regístrese, comuníquese y archívese
MARCIAL RUBIO CORREA ALFONSO DE LOS HEROS PA.
Presidente Vicepresidente
ALBERTO CAZORLA TALLERI MARIO PASCO COSMÓPOLIS
Vocal Vocal
LUIS PEIRANO FALCONÍ TERESA QUIROZ VELASCO
Vocal Vocal