Caso 27-12, Director, Biblioteca Nacional, Ramón Mujica Pinilla / revista Semanario Siete

Queja

San Isidro, 16 de Noviembre de 2012

San Isidro, 2 de Octubre del 2012

Señores
TRIBUNAL DE ÉTICA DEL CONSEJO DE LA PRENSA PERUANA
Calle Los Ángeles N° 211, Miraflores – Lima
Presente.-

Atención: Señora Teresa Quiroz Velasco
Presidenta

Mediante la presente, pongo a conocimiento de vuestra entidad una serie de publicaciones contrarias a los principios éticos que rigen la conducta profesional del periodismo de investigación de nuestro país. Éstos se encuentran contenidos en varios artículos periodísticos aparecidos en la revista Semanario Siete, dirigida por Claudio Cano Paredes, y en los cuales se me acusa en forma calumniosa y difamatoria.

Los artículos periodísticos en cuestión -y que aquí se adjuntan- se encuentran en las ediciones 39, 40, 41, 42 y 44 de la mencionada revista, de fechas 13, 18 y 25 de agosto y tanto del 2 como del 16 al 22 de setiembre del 2012. Cabe señalar que, en su momento, solicité por vía notarial la rectificación de dicha información, desvirtuando categóricamente los hechos delictivos en los que supuestamente estaría involucrado, sin que hasta la fecha dicho medio de comunicación se haya dignado en publicar mi rectificación, conforme a lo ordenado por la Ley 26847.

Los datos falsos publicados por el Semanario Siete son los siguientes:

  1. No pertenezco a ningún «clan familiar» -cómo pretende atribuirme la revista- dedicado a desalojar a campesinos usando la violencia. En lo que a mí concierne, renuncié a la empresa familiar Promotora Oquendo S.A. en el año 2003, fecha en la que deje de ser representante legal de la misma tal como consta en los Registros Públicos. Desde esa fecha no he participado en sus directorios ni juntas de accionistas salvo para firmar los acuerdos de mi independización, la cual se hizo efectiva en el año 2007.
  1. De otro lado, la revista en cuestión ha mencionado la existencia de una investigación policial en mi contra, a cargo del Coronel PNP Broacht, secretario del Director General de la Policía Nacional:- Este habría recogido «dichos» de presuntos afectados en el ex Fundo Oquendo y elevado este informe al Ministro del Interior, pero de ninguna manera se trata de una investigación iniciada en mi contra.

De una media verdad, construyen una gran mentira. Yo no he desalojado campesinos ni he destruido patrimonio arqueológico alguno; es más, el señor Julio Alegría, quien estuvo a cargo del citado artículo, jamás puso en mi conocimiento el documento al cual se refirió, ni me dio el derecho a réplica; asimismo, por mi parte no he tenido participación en proceso judicial o investigación fiscal o policial por ninguna de estas falsas imputaciones.

  1. Para colmo, la mencionada revista -refiriéndose a los supuestos desalojos ilegales de campesinos en el ex Fundo Oquendo- ha publicado (en su página web) fotografías que no corresponden a las tierras del ex Fundo Oquendo sino a Andahuasi, tal como se lee en un cartel dentro de la propia toma. Esto delata la intencionalidad premeditada, dolosa y difamatoria de su redactor.

En otra publicación, la fotografía que ilustra una supuesta participación mía en un desalojo a campesinos en realidad corresponde a otra diligencia de lanzamiento ordenada en un fraudulento proceso judicial mediante el cual se pretendió desalojar ilegalmente a una empresa contribuyente de la Municipalidad del Callao y con títulos de propiedad inscritos en los Registros Públicos, respecto de la posesión de un terreno totalmente cercado y nivelado.

Este hecho lo fotografié y fue denunciado ante el Poder Judicial, la OCMA, el Ministerio de Justicia. El resultado fue la remoción de la jueza del Quinto Juzgado de Paz Letrado del Callao, doctora Julia Vivero Diez, quien en la actualidad ya ha sido denunciada penalmente por prevaricato.

Sin embargo, para el Semanario Siete la fotografía en mención tiene una leyenda que lee. «El director de la Biblioteca Nacional, Ramón Mujica, asegura (…) no ser parte de las -desalojos, pero la foto dice todo lo contrario”. En una palabra, el Semanario Siete tergiversa la verdad y confunde a la opinión pública. Si se mira bien la fotografía, no estoy desalojando a campesino alguno pues, además, se trata de una zona industrial plenamente consolidada.

  1. Esta información le fue alcanzada en su momento al señor Julio Alegría quien maliciosamente la ocultó al redactar sus cuestionados reportajes periodísticos con el fin de justificar una portada en su revista que lee: «Pecado cultural: Director de la Biblioteca Nacional Ramón Mujica, debe responder por daños en ruinas de fundo Oquendo». El articulista no ofrece una sola prueba sobre los delitos que me imputa.
  1. Es de conocimiento público que desde hace dos años estoy en una campaña moralizadora al interior de la Biblioteca Nacional donde he iniciado procedimientos de reforma institucionales y procesos administrativos para sancionar a los responsables -en su mayoría trabajadores «nombrados»-¬ responsables de la desaparición de cientos de libros y manuscritos antiguos que constituyen parte medular de la memoria histórica de nuestro país.

Es igualmente irregular que la carátula impresa del Semanario Siete (Numero 42 del 2 al 8 de septiembre) no corresponda a la carátula de la misma fecha y numero que fue colgada por el Semanario Siete en su página web. Aquí recogen las falsas acusaciones de la Sra. Mariana Mould Saravia, viuda de Pease, en la que expresa su «indignación» por el «proceder del actual director nacional» de la – SNP -por la-«destrucción de los sitios arqueológicos ubicados dentro del ex fundo Oquendo», afirmación que no tiene sustento alguno y al que se le da tribuna.

  1. No quiero dejar de mencionar que estas acusaciones ya me fueron imputadas en el pasado, aunque desde otros medios de comunicación. Incluso, el diario La Primera llegó a publicar avisos pagados por los traficantes de tierras del Callao en los que me relacionaban con la banda del Cholo Jacinto y sus asesinatos. El Semanario Siete recoge la misma patraña. Tan fue así, que mereció una sanción por parte del Tribunal de Ética de la Prensa Peruana, ante quienes levanté mi queja por tratarse de una campaña cobarde y difamatoria.

El domingo pasado el señor Raúl Wiener –desde La Primera» ha vuelto a la carga, cuestionado la decisión del Tribunal de Ética respecto a este tema, basado en las supuestas «nuevas» informaciones del Semanario Siete. Aquí la única novedad es que se está utilizando un nuevo órgano de prensa, para viejas prácticas difamatorias.

  1. A modo de información general quiero dejar constancia que la empresa Promotora Oquendo propietaria original del ex fundo Oquendo y perteneciente a la familia Mujica Gallo, fue escindida en el año 2000 en dos empresas familiares que hoy se denominan inversiones Euskaro S.A., dueña de la zona norte y perteneciente a la familia Mujica Diez Canseco y Villas de Oquendo S.A., dueña de la zona sur y perteneciente a la familia Mujica Pinilla. En el año 2007 deje de formar parte de mi grupo familiar. En la zona norte del ex fundo Oquendo aun existen ruinas arqueológicas que formar parte de la propiedad de la familia Mujica Diez Canseco. En la zona sur -correspondiente a los Mujica Pinilla- no hay zonas arqueológicas.

Antes de escindirse la compañía original Promotora Oquendo, se le transfirió al Dr. Juan Francisco Osares Parodi un área total de 49, 400 m2 dentro de los cuales efectivamente había una zona arqueológica denominada «El Montículo».

El 13 de octubre del 2005, una empresa del doctor Osores llamada «Servicios y Construcciones La Venturosa S.A.» transfirió esta área de terreno a un tercero, dejándose constancia en el contrato -y cito el documento- que «el área de la huaca no ha sido valorizado para la presente venta por ser zona arqueológica, siendo transferido por estar dentro del área registral”. En dicha compraventa se estableció que el «comprador declara conocer las limitaciones para construir sobre la zona arqueológica (…)». En otras palabras, la zona arqueológica que le perteneció a Promotora de Oquendo S.A. pasó a ser propiedad de La Venturosa S.A. y, luego, de un tercero, por lo que cualquier daño ocasionado al montículo fue ajeno a mi conocimiento y participación no solo porque desde el 2007 no he participado de sus directorios ni juntas de accionistas sino porque cualquier acto de vandalismo ha sido perpetrado por terceros, no pudiéndoseme imputar responsabilidad alguna en ello. Toda acusación contra mi persona relativa a la destrucción del patrimonio arqueológico es -una injuria que pretende detener la labor fiscalizadora que tengo en marcha y que llevaré adelante hasta sus últimas consecuencias.

A la espera de sus prontas noticias, atentamente.

Ramón Mujica Pinilla
DNI 06654754

(Ver documento original)


Resolución

TRIBUNAL DE ÉTICA
CONSEJO DE LA PRENSA PERUANA
RESOLUCIÓN N° 033-TE/2012

Lima, 12 de diciembre de 2012.

EL TRIBUNAL DE ÉTICA

VISTA:

La queja presentada por el señor Ramón Elias Mujica Pinilla, (caso 27-12), con relación a los artículos “Director de Biblioteca Nacional involucrado en destrucción de patrimonio”, “Sospechoso mutismo de Peruano”, “Indignación por destrucción de ruinas”, “Hora de dar explicaciones”, “Fundo Oquendo. Urge proteger restos arqueológicos”, publicados en la revista Siete, el 12, 19 y 26 de agosto y 2 y 15 de septiembre del 2012, respectivamente.

CONSIDERANDO:

Que la revista Siete no es asociada al Consejo de la Prensa Peruana, por lo que el Tribunal de Ética no es competente para resolver este caso.

Que además la revista Siete no ha respondido a la invitación del Tribunal de Ética para que acepte su competencia.

En uso de las atribuciones conferidas por su Reglamento.

RESUELVE:

Inhibirse de resolver la queja presentada por el señor Ramón Elias Mujica Pinilla, (Caso 27-12).

Regístrese, comuníquese y archívese.

TERESA QUIROZ VELASCO
Presidenta

ALFONSO DE LOS HEROS PÉREZ-ALBELA
Vicepresidente

GRACIELA FERNÁNDEZ-BACA DE VALDEZ
Vocal

ÚRSULA FREUNDT-THURNE
Vocal

(Ver documento original)